San Luis Potosí, SLP. – Con fe, música y tradición, las familias sampetrinas comenzaron los festejos en honor a San Judas Tadeo, el Santo Patrono de las causas difíciles, cuya devoción reúne cada año a miles de creyentes en la región lagunera.
Aunque la celebración oficial es el 29 de octubre, en San Pedro las festividades iniciaron desde este fin de semana, encabezadas por familias que, como la Pérez Martínez, mantienen viva la tradición con danza, rosario y la emblemática reliquia.
Fe y devoción que trascienden generaciones
Previo a los festejos, los devotos preparan con esmero su vestimenta: playeras con la imagen de San Judas Tadeo, en colores blanco, verde y amarillo, símbolos del fervor y la esperanza. Desde temprana hora, los danzantes se presentan frente a los altares domésticos para rendir homenaje al santo milagroso con sones y pasos tradicionales que marcan el inicio de las celebraciones.
Después del mediodía, las puertas de los hogares se abren para compartir la “rica reliquia”, donde no falta el tradicional asado rojo con siete pastas, un platillo infaltable que refleja el sabor y la hospitalidad de la cocina sampetrina.
Una tradición que crece cada año
Con el paso del tiempo, la veneración a San Judas Tadeo se ha consolidado como una de las expresiones de fe más importantes del municipio, solo detrás del culto a la Virgen de Guadalupe. Cada año son más los sampetrinos que organizan sus propias celebraciones, ya sea antes, durante o después del 29 de octubre, de acuerdo con el tiempo y las posibilidades de cada familia.
A San Judas Tadeo se le considera intercesor en los casos difíciles y desesperados, por lo que sus devotos acuden a él para pedir salud, trabajo, unión familiar o solución a problemas económicos y legales. En cada plegaria, los creyentes buscan consuelo, esperanza y la fuerza necesaria para superar las adversidades.
Los festejos continuarán durante los próximos días en distintos puntos del municipio, en una muestra de fe y gratitud que mantiene viva una de las tradiciones más arraigadas en el corazón de San Pedro.